En la sala de bebés, se inicia el contacto con el mundo exterior desde los primeros días de vida hasta los 15 meses. En esta fase crucial del desarrollo, el objetivo es lograr la primera estimulación y conexión con el entorno que rodea al estudiante. Durante este periodo temprano de la vida, el cerebro del bebé experimenta un desarrollo constante, siendo altamente receptivas tanto las experiencias como los estímulos del entorno.
El principal propósito es crear un entorno seguro, enriquecedor y afectuoso que promueva el desarrollo integral del bebé, respetando sus ritmos individuales y ofreciendo el respaldo necesario para alcanzar cada paso crucial en esta etapa tan significativa de su vida.